Mientras en Puerto Rico cada vez son menos las personas que escojen el matrimonio como estilo de vida, entre turistas la Isla ha cobrado popularidad como destino de bodas.
El 11 de agosto de 2010, el gobernador saliente Luis Fortuño estampó su firma en la Ley #127 de Bodas Destino, que facilita la celebración de matrimonios de personas no residentes en Puerto Rico.
La ley, entre otras cosas, permite a los novios no residentes en el País presentar una certificación médica que cumpla con todas las pruebas requeridas para contrar nupcias en su lugar de residencia. Este trámite sustituye la presentación de los resultados originales de las pruebas de sangre requeridas por ley para casarse en la Isla.
Wanda Llovet, directora ejecutiva del Registro Demográfico, precisó que en el 2011 se celebraron en la Isla 311 bodas destino.
En el 2012, según Llovet, hubo 300 casamientos de este tipo. A esta cifra, sin embargo, le faltan las nupcias celebradas entre el 15 de febrero y el 6 de mayo, que no estaban disponibles al momento de este reporte por fallas técnicas.
Así las cosas, es altamenete probable que las bodas destino del 2012 superen las del 2011.
Según las estadísticas más recientes del Departamento de Salud, la institución matrimonial cada vez pierde más terreno en el país. En 1990, por ejemplo, se oficiaron 33,080 casamientos, mientras que en el 2010 esa cifra bajó considerablemente a 17,786.
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